COOK STUDIO: APUNTES, CUADERNOS Y ENSAYOS DE COCINA

lunes, febrero 11, 2008

CONCURSO DE TAPAS ENTRE AMIGOS




Hace un par de semanas tuve la gloriosa oportunidad de encontrarme con algunos de mis fieles amigos del colegio en el contexto de un concurso de tapas en casa de Román (uno de los gemelos que se subía por los armarios de mi casa en mis cumpleaños de jovenzuelo).

Las bases eran bien sencillas: Cada uno aportaría una tapa de su propio diseño (16 en total) que tenía que llevar semi-preparada para terminarla y montarla en casa.

Cada uno por orden de aparición en la casa del anfitrión debía ponerle un nombre a su tapa y explicarla delante de todos, que a continuación degustarían.



Decidí llevar una tapa fría (para no montar el pollo en la cocina a codazos con los otros 15 cheffs) y perder sólo tiempo en el montaje. La tapa, titulada "espejismo de natillas" estaba basada en la "cocina del engaño", en la que todos los comensales hartos de tapas saladas y sedientos de dulzor esperarían encontrar un suave y delicado chupito de natillas con sirope de fresa, nata montada y caramelo.

Las cosas no son siempre lo que parecen: Sobre líneas de sirope de remolacha y de glazé de balsámico reposaba una suave crema vichy-soisse, capa de trufa rallada "tuber- melanosporum", espuma de cuajo de queso semicurado (que llevé preparada en mi sifón), polvo de bacon, crujiente de ibérico y semillas de amapola con una pajita de spaguetty frito. Todo listo en una improvisada "mis-en-place" encima de la mesa del salón.



Aunque se llevó el primer premio, tengo que destacar con fidelidad la originalidad de muchas de las muestras presentes, como la versión glamourosa dela sardina de "El Lince" (con gelatina de piquillos), la cabeza de Dar Vader llena de pinchitos de burrito, el "aire de asturias" (un concentrado de fabada miniaturizada), el crep de pasta filo relleno de estofado de codorniz, el volaván de picadillo de soria con huevo de codorniz (que nos dejó a todos KO), o las tapas de mi querido Iván, que no tuvo tiempo más que de pasar por el Marly y comprar una bandeja de fritos exquisitos. Mi competencia en el postre fue una crema de naranja con fresas chocolateadas de mi otro apreciado gemelo.




Una velada más que agradable y divertida, con espíritu de competición y sin sentido del ridículo (hubo quien trajo croquetas que había hecho su abuela y lo mantuvo oculto...).


VISTA SUERTE...Y A POR EL SIGUIENTE CONCURSO.

1 Comments:

  • Los esfuerzos que tuve que hacer para mantener bien alta la cabeza mientras defendía con orgullo las tapas del Marly...

    Abracicos, co!!

    By Blogger Iván Payá, at 10:04 a. m.  

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